Si llega el momento

Si llega el momento
en que mis brazos

se conviertan en alas.

y en la inmensidad del cielo,
se desplieguen en tornasol abanico.

Sí mi alma cubierta de grises huesos
y amarilla piel, rompe la coraza
para desplazarse libre,
en el universo cósmico.

Si mis pies dejan de caminar
la gastada tierra y parten errantes.
Sí en el silencio de un segundo
se produce la partida.

Sin que mi boca te haya dicho
lo que mi corazón guarda,
Sólo recuerda que eso,
son dos palabras:

Te Amo

Recuestate

Recuestate sobre mi hombro,

cierra los ojos e imagina.

Imagina que amaneció la primavera.

Que el sol salio; que brotaron las flores.

Imagina que solo vos y yo estamos aquí­.

Imagina que los sueños se realizan.

Imagina que la vida nos devuelve la sonrisa.

¡No abrás los ojos! Se acabaría el encanto.

Cierralos de nuevo, siente mi brazo,

mi abrazo.

¡Estas temblando!, yo también.

Mi mano te acaricia, mi boca te besa.

Mi cuerpo te desea, toda yo te ama.

En un mágico silencio, poblado de sonidos,

que solo vos y yo sentimos.

Pero el encanto siempre termina.

La realidad nos devuelve la verdad,

y esta nos dice:

Que no es Primavera,

que no salio el sol,
ni brotaron las flores,

que tampoco estamos solos,

vos y yo.

Cualquier día de estos

Cualquier día de estos,

cuando menos lo pienses o lo esperes,

me veras pasar, mas cerca o mas lejos,

tampoco tendrá demasiada importancia,

pero me veras y cuando eso ocurra

un escozor inevitable te recorrerá el cuerpo,

desde la punta del dedo del pie

a través de todo tu ser hasta tu cabeza,

hasta tu cerebro y cuando llegue allí

inevitablemente te harás una

o mil preguntas,

pero la más importante será,

que me perdiste y te plantearas el porque.

Quizás te des cuenta que me dejaste escapar,

como se deja la arena fina del mar

de entre los dedos de una mano.

Giraras tu cabeza

hacia donde mi paso me haya llevado

y te darán ganas de correr tras de mi,

pero no lo harás,

y seguirás tu camino.

quizás con una cierta tristeza,

quizás recordaras

que pudiste haber sido feliz junto a mí,

porque junto a mi podías ser tu mismo,

sin disfraces ni caretas,

y seguramente añoraras aquellas conversaciones

en la penumbra de las noches,

o a la luz de velas,

quizás añores también mis besos,

esos que decías que eran únicos, o las risas

o las caricias acunadas ya casi en las madrugadas,

quizás también añores mis despertares malhumorados,

o las mañanas que no pudimos pasar juntos.

Quizás cualquier día de estos,

cuando menos lo pienses y me veas pasar,

sentirás que dejaste escapar lo más valioso

que podías haber encontrado en tu vida.

Quizás, sólo quizás...sea tarde...

Eras como un niño desnudo

Eras como un niño desnudo
entre mis brazos aquella noche,
te hundiste en mi en busca del calor,
yo no puede mas que abrazarte,
tu te dejaste llevar.

Con mis manos acaricie tu sueños,
con mis dedos dehile tus anhelos,
con mi boca bese uno a uno
los recovecos de tu memoria dormida.

Eras como un niño desnudo
entre mis brazos aquella noche,
yo sentía que el mundo se detenia,
tu imaginabas que lo demás ya no existía.
tu te dejaste llevar.

Los destellos de plata de la luna
se filtraron en la oscuridad de la noche
e iluminaron los cuerpos que eran uno
y acompañaron las lluvias de tus ojos.

Eras como un niño desnudo
entre mis brazos aquella noche,
tu mirada en busca de un refugio perdido
se ahogaba en la mía rogando caricias.
tu te dejaste llevar.

Yo te abrazaba calmando tu sed
de oasis en desiertos de medanos,
tu me abrazabas por miedo
que me disolviera en el aire.

Eras como un niño desnudo
entre mis brazos aquella noche,
te dormiste con tu cabeza en mi pecho,
y mis piernas enlazadas a las tuyas,
asi entrelazados nos despertó el amanecer.