Me acercaría en puntas de pie
por detrás de tu silla,
con mis manos cubriría tus ojos,
para que en la suavidad de mi roce
calmaras tu cansancio.
Deslizaría mis manos por tu cabeza,
acariciaría poco a poco tu cabello,
suave con aroma impregnado.
por detrás de tu silla,
con mis manos cubriría tus ojos,
para que en la suavidad de mi roce
calmaras tu cansancio.
Deslizaría mis manos por tu cabeza,
acariciaría poco a poco tu cabello,
suave con aroma impregnado.

Susurraría en tu oído palabras dulces
y tiernas, te diría: Te amo,
como nunca te he dicho.
Mi boca iría despacio besando
cada milímetro de tu cuello,
en el comienzo de un nuevo amanecer.
Con todo esto interrumpiría tu trabajo.
Quizás en un principio dirías:
-Estoy trabajando-
pero sé que a medida que fuese haciendo,
tu voluntad se iría quebrando,
y ya el trabajo pasaría a un segundo plano.

¿Te imaginas si en este instante
pudiera estar detrás de ti?