Ya no te espero,
la noche llegó sin estrellas,
que brillen en mi oscuridad.
El sol oculto sus rayos tras las nubes.
El color escapo buscando primaveras.
Ya no te espero,
las lágrimas del dolor
se escurrieron en algún rio,
dejando yermos los campos,
marchitos los rosales.
Ya no te espero,
acurruco mis huesos,
sin abrazos ni besos.
Entre aquellas sabanas
que ya borraron tu aroma.
Ya no te espero,
solo queda tu música,
fotos amarillentas,
rosas secas en los libros,
recuerdos en mi memoria.
No niego que te extraño.
No niego que te deseo.
No niego que te amo.
Pero… ya no te espero.
la noche llegó sin estrellas,
que brillen en mi oscuridad.
El sol oculto sus rayos tras las nubes.
El color escapo buscando primaveras.
Ya no te espero,
las lágrimas del dolor
se escurrieron en algún rio,
dejando yermos los campos,
marchitos los rosales.
Ya no te espero,
acurruco mis huesos,
sin abrazos ni besos.
Entre aquellas sabanas
que ya borraron tu aroma.
Ya no te espero,
solo queda tu música,
fotos amarillentas,
rosas secas en los libros,
recuerdos en mi memoria.
No niego que te extraño.
No niego que te deseo.
No niego que te amo.
Pero… ya no te espero.
Fotografía: ©Ana M. Piñol
2 comentarios:
Un poema lleno de tristeza y añoranza, aunque plantado en su realidad. Me encantó tu decir. Beso.
Una realidad que no siempre es facil de asumir....
Gracias
Beso
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